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Un año de política exterior PPK

Publicado: 2017-07-26

Como muchos temían, el navío PPK resultó ser demasiado frágil para enfrentar el mar tormentoso de la política, con una tripulación acostumbrada a navegar por las aguas bastante más plácidas de la tecnocracia, pero que, incluso en este último plano, cometió errores, especialmente en materia económica, según los especialistas.  

Por supuesto, también se han dado logros y avances en los primeros doce meses de gestión del actual gobierno, como en la lucha contra la delincuencia, aunque ciertamente haya todavía bastante camino por recorrer en ese campo.

Sin embargo, en general, si nos atenemos a las encuestas, prevalece claramente el sentimiento de decepción en la población.

En lo que se refiere a la política exterior, hay aspectos interesantes que merecen ser resaltados. Uno de ellos es el mayor estrechamiento de las relaciones con Chile, a través, en particular, de la realización de la primera reunión de gabinete binacional entre nuestros países, un mecanismo de cooperación y de alto valor simbólico que, hasta entonces, había sido utilizado con Ecuador, Colombia y Bolivia, pero no con el vecino del sur. Se decide así avanzar en los vínculos bilaterales, más allá de la existencia de esa espina que es el tema del denominado “triángulo terrestre” y que podrá ser pequeña, pero que, al permanecer incrustada, puede generar infecciones de tanto en tanto, con efectos en la fortaleza de la amistad.

Otro punto positivo es el buen manejo del asunto del muro que Ecuador comenzó a construir en la frontera, en violación de los acuerdos de 1998. La firmeza de nuestra cancillería llevó finalmente a que Quito entrara en razón y retrocediera en su empeño.

También es elogiable el liderazgo asumido por el Perú frente a la situación en Venezuela, donde la dictadura chavista no duda en violar su propia constitución y en matar manifestantes pacíficos en su afán por mantenerse en el poder. Obviamente, hay un límite a lo que la diplomacia puede hacer en ese aspecto, pero de todos modos es importante que se actúe, como parte de lo que se tiene que hacer para que cese la tragedia que se vive en la tierra de Bolívar.

Por otro lado, es destacable que el presidente Kuczynski haya tomado su bastón de peregrino para visitar varias capitales del mundo en busca de inversiones para nuestro país, e incentivar el libre comercio a través de la propuesta de negociación de nuevos tratados en la materia. También, por cierto, el esfuerzo por hacer que el Perú se incorpore a la OCDE.

En cambio, la visita casi al vuelo del mandatario a su colega norteamericano Donald Trump, sí generó dudas e interrogantes, por el contexto en que se dio, de maltrato a México por el inquietante inquilino de la Casa Blanca. Naturalmente, ningún país latinoamericano iría hasta al punto de pelearse con Estados Unidos por un espíritu de solidaridad regional, pero, de todos modos, sí se puede cuestionar la oportunidad de la reunión, más allá de que el Jefe de Estado, haya abogado acertadamente por la construcción de puentes antes que muros entre los países, en alusión al proyecto de su anfitrión para la frontera mejicano-estadounidense..

Para terminar, es inevitable referirse al episodio de la ausencia de los diplomáticos peruanos en la recepción por el día nacional de Francia, ofrecida por el ahora ex embajador de ese país, Fabrice Mauries, el 14 de julio pasado. Tal inasistencia se dio por orden, según se supo después, del canciller Luna. Sin embargo, el presidente Kuczynski sí concurrió. Esta suerte de diplomacia dual generó desconcierto y críticas, por las consecuencias que, se temía, podía tener en los vínculos con la república francesa, provocando incluso cierta ansiedad ante la posibilidad de que pudiera cancelarse la visita de Estado que Emmanuel Macron tiene previsto efectuar a nuestro país en septiembre próximo. No se han aclarado oficialmente los motivos del incidente, pero los trascendidos indican que estaría relacionado con una fuerte discusión y con malas maneras que tuvo el ex representante francés con uno o más funcionarios de Torre Tagle. Esa hipótesis estaría confirmada por la rápida designación de un nuevo embajador por Paris y la, también relampagueante, aceptación por Lima. Es decir, las dos capitales han dado muestras de no querer darle mayor importancia al asunto, y, más bien, de optar por fortalecer aún más los vínculos bilaterales. Enhorabuena.


Escrito por

Francisco Belaunde Matossian

Analista político internacional. Profesor en las universidades Científica del Sur y San Ignacio de Loyola


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